María Luz Carballo: la pasión del blues | La Nota Latina

María Luz Carballo: la pasión del blues

Entrevista a María Luz Carballo, guitarrista y cantante de blues argentina que en 1997, cuando era muy joven, eligió radicarse en Chicago para desarrollar una carrera en la meca del género musical que ama: el blues.

Por Erika Doyle

 

A mediados del año  1997 y con veinte años de edad, María Luz Carballo, de la dinastía de los Carballo y los Epumer, deja su barrio de Villa Devoto en Buenos Aires y su primer ​ amor: Norberto “Pappo” Napolitano, para viajar a Chicago, Estados Unidos, meca del blues, en donde vive y sigue su carrera como guitarrista y cantante de blues.

¿Cuál fue el primer blues que tocaste o el que te cautivó?

“Desconfío” fue el primer blues. Ese blues lo escuché por mi tía Celeste [Carballo] y desde chiquita, desde los siete años que lo escuchaba y fue el primer blues que me impactó y después más tarde, terminé viviéndolo. Después lo conocí a Pappo y siempre tocaba en todos los shows, terminaba el show, con ese blues. Así que cuando aprendí a tocar guitarra fue el primer blues que quise tocar.

¿Por qué Chicago y no otra ciudad para mudarte?

Chicago, porque conocí allá en Buenos Aires a John Primer, que es un blusero de acá, muy conocido, fue el último guitarrista de Muddy Waters y fue a tocar allá [Argentina]. Me dio la tarjetita y me dijo que allá en Chicago estaba el festival de blues y que si venía me iba a encantar. Y bueno, dicho y hecho, vine y dije “wow,” es la ciudad del blues. Así que cometí el error de quedarme.

¿Qué edad tenías cuando emprendiste este viaje? ¿Te mudaste sola?

Y tenía veinte años. Me vine sola, con mi guitarra Fender Stratocaster.

¿Qué se siente ser latinoamericana en Chicago y tocar un género musical nativo de estas tierras? ¿Cómo te recibe la comunidad del blues?

Y sapo de otro pozo. [La comunidad de blues] me recibe muy bien,  con los brazos abiertos.

¿Cómo es tu proceso a la hora de componer o tu rutina en torno a la música?

Yo improviso mucho, lo cual es cero estructura. Pero creo que compongo mejor cuando me junto a ensayar o a tocar con otro músico y me van surgiendo ideas que cuando estoy sola en mi casa y tratando de componer algo, ¿no?…Y por lo general soy muy vaga para ensayar, así que no ensayo muy a diario. La inspiración siempre creo que surge más cuando uno está de a dos o de a tres tocando música.

¿Alguna experiencia que puedas compartir tocando junto a algunos artistas de renombre tanto acá en Chicago como en la Argentina?

Para mí, lo que más me impactó fue cuando me invitaron a tocar en Nashville, Tennessee, un tema para el compositor de Motown, Barrett Strong, que todavía está vivo. Y me invitaron a tocar el tema “Money (That’s What I Want)”, y yo ni sabía el tema, ni lo había escuchado. Después lo escuché y dije: “¡Ahh!…Es el tema que grabaron Los Beatles, José Feliciano, Stevie Wonder…Fui la única latina que participó de ese evento, que lo hizo BMI.  Al final del tema le cambié un poco los acordes, lo hice a mi manera, y yo digo: “ahora el compositor me mata”, pero no, el señor estaba sentado en una silla de ruedas y se paró para aplaudirme. Y al final me dijo: ¡María qué hermoso arreglo, como arreglaste mi tema!”….Y le dije: “No Maestro, disculpe me olvidé su tema y empecé a improvisar, y se rió. Eso fue, creo, lo mejor que me pasó.

El director de cine argentino, Nacho Garassino, estrenó “Pegar la vuelta” en el 2016, que es un documental sobre tu vida.  ¿Por qué un documental sobre tu vida?

Es lo que me preguntó mi hija Lucille: “¿Mamá, por qué un documental sobre tu vida?”…(Risas)…¡Sí ya se te pasó el tren!… Y porque yo creo que mi vida da para escribir varios libros, sacar películas, telenovelas…

En realidad, yo participé de un documental que se llamó “Sounds of Freedom”, acá, que fue una producción que la hicieron de Hollywood. Ese documental de blues salió por todo el mundo, y salió en Argentina en un programa de cable. Entonces, cuando fui allá [Argentina], todo el mundo lo había visto. De ahí, surgió la idea de hacer un documental de guitarristas argentinos, que lo hizo un director de televisión de allá [Argentina], y él me llama para participar [en el mismo], que se [llama] “Seis Cuerdas”, y hay grandes guitarristas como Luis Salinas, [Javier] Malosseti…Y bueno, yo ya me volvía para Chicago, entonces él me dice: “Mirá, un amigo mío, Nacho Garassino, (que acaba de sacar una película, “Túnel de los huesos”, va a ir a presentarla al Festival de Cine Latino de Chicago, el año próximo, le digo que te envíe una copia del programa”.  Este señor [Nacho Garassino] vino [a Chicago]. Entonces me dice: “Mira María, te traje la copia y lo único que te pido un solo favor, soy fanático del blues y por favor, ¿una noche me podés llevar a recorrer el circuito de blues?”. Entonces fuimos con un amigo y con él, y claro, él veía que a cada lugar que lo llevaba, todos los bluseros me saludaban, me invitaban a tocar, entrábamos gratis a todos lados…Entonces, ya después del tercer lugar que fuimos, me dice [Garassino] “la verdad que se me ocurrió hacer un documental  de tu vida, porque muy pocas chicas, o personas, o músicos argentinos han logrado lo que vos lograste”. Y de ahí surgió, y dos años después se realizó [el documental].

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Para el que no sabe quién es Pappo, ¿quién es esta figura de la que nos estás hablando?

Y, Pappo fue un antes y un después del rock nacional en la Argentina. Antes de él se tocaba chacarera y tango, y milonga.  Después de él se empezó a incursionar en el rock, el blues.

Vos sos mamá de dos nenas… ¿Cómo sobrellevas el hecho de ser madre y artista a la misma vez?

Al principio eran dos mundos paralelos, ¿no? Porque digo, ¡Uy! ¿Cómo voy a hacer para tocar tarde a la noche en un bar? Entonces, después vas buscando otros medios. Por ejemplo, se puede tocar en la iglesia, y te llevas a tu hija un domingo a la mañana no hay problema. O podés tocar en un restaurante o en un café, temprano.  Entonces ahí te queda más cómodo. Pero bueno, ya mis hijas están más grandes.  Ya pasé por eso. Cuando iba a tocar las dejaba con una niñera pero igual, ahora, que están grandes no me dejan salir tanto. Si es que voy para tocar y me pagan, sí.  Pero para irme de fiesta, por ahí de loca, no. Así que bueno, creo que lo mejor es educarlas que toquen un instrumento y que valoren el arte de la música o cualquier tipo de arte así siempre van a valorar el hecho de que la madre sea artista o música, ¿no? Porque sí, me han dicho mis hijas que ¿por qué yo no puedo ser como las demás madres?, ¿no? Quizás más normal, o con un trabajo común, ¿no? Pero cuando voy a buscarlas a la escuela y veo cómo son las otras madres digo: “no, thank you”.  Digo: “prefiero ser yo”. Así que bueno, si, valoran lo que hago creo que ahora más desde el documental de blues “Pegar la vuelta”. Ellas están en la película.

¿Crees que tus hijas sigan tus pasos artísticos?

Y ojalá, ojalá porque tienen mucho talento. Es más, Lucille me escribió dos temas para mí y Lunita toca de oído el piano, pero bueno, están en una edad media rebelde, que no quieren estudiar música. Lamentablemente yo era así también. Nunca quise ponerme a estudiar y después me tardó muchos años poder aprender. Ahora me tengo que poner a estudiar música de grande, porque toco de oído. Así que espero forzarlas un poquito a que estudien ahora que están jóvenes.

¿Cómo es el ambiente artístico y el trato hacia la mujer en el ambiente blusero tanto acá como en Argentina?

Ahora ha cambiado mucho. Hay cada vez más mujeres tocando tango, blues, cualquier estilo musical. Es común ahora. Antes no. Antes no veías mujeres tocando. Por ejemplo, la época en que yo salía con Pappo, no veía ninguna mujer tocando un instrumento. Coristas, cantantes sí.  En cambio, ahora cada vez que vuelvo a Buenos Aires está lleno de chicas caminando por la calle con un instrumento colgado o que tocan en bandas, blues, grandes músicas. Y acá igual, también. Así que sí, se está expandiendo ¿no?

¿Cómo comparas tu experiencia cuando tocas frente a un público argentino y a un público de acá, de Chicago? ¿Y cómo es tu dinámica o química con los músicos de ambas partes?

Bueno, en Argentina no toco mucho porque no voy muy seguido últimamente.  Me gustaría tocar más seguido. Creo que el público allá es muy apasionado, muy cálido y valoran mucho la música, ¿no? Acá también [valoran la música], pero el público argentino es muy especial.

Nombra 3 artistas que te gustan o te inspiran

Aretha Franklin, mi tía Celeste Carballo y podría decir, B.B. King.

 

Tomado de “Entrevista a María “Blues” Carballo” – Revista literaria Surco

Redacción La Nota Latina
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