Dos años después del Acuerdo de París, firmado para limitar el alza de la temperatura global, el presidente francés, Emmanuel Macron, convocó en la ciudad luz una cumbre llamada con el sugestivo nombre “One Planet” (Un Planeta), a la que específicamente no fue invitado el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
Francia quiere posicionarse como el país líder en la lucha contra el cambio climático, y para eso, fueron a París unos 60 jefes de Estado y varias caras famosas como Arnold Schwarzenegger, Bill Gates y Elon Musk (Tesla, el nuevo Steve Jobs). Pero, por sobre todas las cosas, esta cumbre, cargada de simbolismo, fue un lugar para que el capital privado se comprometa a la transformación para transitar hacia un mundo con bajas (o nulas) emisiones de carbono.
Michael Bloomberg se ha convertido en un poderoso aglutinador de la resistencia anti Trump en lo que se refiere a la agenda climática, al organizar America’s pledge: un mecanismo a través del cual suscribieron a las metas del Acuerdo de París ciudades y estados del país que representan a la mitad de las emisiones de los Estados Unidos.
En los salones de la cumbre, la palabra “finanzas” parecía la clave. Y, en ese sentido, había diferentes iniciativas relacionadas tanto con compañías individuales como con inversores institucionales para empujar su dinero en proyectos consistentes con un alza de 2 grados de temperatura.
Por ejemplo, una de las mayores aseguradoras del mundo, Axa, se comprometió a no invertir ni asegurar nuevas plantas de carbón, o siquiera participa de un negocio que tuviera más del 30 por ciento de sus ganancias ligadas a ese combustible, el más sucio de todos. Ese tipo de señales son muy poderosas e indican que la hora del carbón cada vez está mas cerca de su fin.
Grandes inversores, representando miles de millones de dólares, se comprometieron a monitorear periódicamente los avances o retrocesos en emisiones de las compañías, como forma de orientar inversiones. El propio Bloomberg, junto al jefe del Banco de Inglaterra Mark Carney, y un poderoso grupo de bancos, establecieron un sistema que -esperan sea normal en todo el mundo- para manejar riesgos y oportunidades que presenta el cambio climático.
FUENTE: clarin.com
