Lo primero que salta a la vista de Rashel Díaz es, además de su belleza, su alegría contagiaste, su espontaneidad, su carisma, que se cuela por la imagen del televisor cuando con su franca sonrisa da la bienvenida al programa “Un Nuevo Día” de Telumundo, de la cual es copresentadora desde hace siete años. Ella no necesita sobreactuar en su rol porque es sencilla, natural, dicharachera, humana, amiga y compañera y eso se refleja en pantalla.
La fama que conlleva ser una reconocida figura de la televisión no le han quitado a Rashel Díaz su esencia que aún conserva intacta. Recuerda que el impacto que tuvo con este país la cual la acogió hace 22 años, ella tenía 20 cuando llegó con su familia procedente de Cuba, fue la abundancia. “Cuando entre la primera vez a un supermercado no podía creer que existiera productos tan diferentes y tan variados y no sabía que escoger, imagínate que a veces salía con las manos vacías”.
Pero la vida le dio a manos llena la abundancia que careció en su país natal, donde pudo graduarse de Historia de la Danza y Flamenco. Su amor por el baile flamenco la llevó en sus inicios en suelo americano a trabajar en shows de baile flamenco. Lo hacía con una amiga y un guitarrista en Miami y en una ocasión al finalizar una presentación en un restaurant, se le acercó una persona y le preguntó si quería participar en un concurso de un programa de televisión. Se trataba de “Sábado Gigante” con Don Francisco y allí cambio su historia.
Con Don Francisco inicia Rashel una carrera productiva en la televisión, que la llevó en principio a convertirse en modelo y posteriormente en la anfitriona y productora del popular segmento de entretenimiento semanal: “Luces, Cámaras y Acción”, del noticiero de Univisión, estación donde trabajo por 10 años. También ha sido imagen de un sinfín de marcas y de instituciones ligadas a la filantropía y de programas especiales. Sin embargo, admite que Sábado Gigante conducido por el querido presentador chileno Don Francisco le debe el 88 por ciento de lo que conoce de televisión. “Don Francisco cambió mi perspectiva de cómo trabajar en este medio. Él vivía burlándose de mi acento con el propósito de que aprendiera a reírme de mi misma. Al final entendí su enseñanza. También le estaré eternamente agradecida cuando me aconsejaba que me preparara, que estudiara, pues la belleza y la juventud no son eternas. Seguí su consejo y terminé estudiando y graduándome como comunicadora social y aun continúo aprendiendo.”
El universo de Rashel
Existen en la vida de Rashel cosas genuinas que la centran, por ejemplo, el sincronismo de lo que piensa con lo que dice, por eso es enfática al responder una pregunta escabrosa sobre si se le planteará la posibilidad de salir de la televisión, aun cuando sabemos que juventud, belleza y profesionalismo le sobran para mantenerse. “Amo mi trabajo, es mi pasión y lo disfruto al máximo, al igual que a mis compañeros el chef James Tahhan, Daniel Sarcos, Diego Schoening, Neida Sandoval, Adamari López y Ana María Canseco, con quien tengo una empatía increíble, tanto, que con solo vernos ya sabemos en que andamos. Salgo todos los días a con la convicción de dar lo mejor de mí, sin embargo, el trabajo de la televisión no es el centro de mi vida, puedo vivir sin ella, porque he aprendido a no tener apegos. El centro de mi vida, mi universo, son mis hijos Juan Daniel y Daniela, mis padres, mi familia, mis amigos, con quienes trato de pasar la mayor parte del tiempo posible. Al salir del set de televisión la que está en la calle es Rashel la hija, la mamá que comparte y acompaña a sus hijos a sus actividades cotidianas, la mamá exigente y organizada, la que le gusta disfrutar con sus amigos y estar en casa. Es Rashel la de una vida sencilla y simple. El rol de madre es quizás el que mejor me define. No tengo para nada el estereotipo de una celebridad”.
–Te puedes considerar ejemplo para la mujer latina?
–Claro que sí. Tengo una enorme responsabilidad con el público, nos debemos a ellos. No soy una mujer de escándalos, así que puedo dar un ejemplo de seriedad y responsabilidad. Nunca me caracterizado por andar buscando fama y notoriedad. Soy una inmigrante que ha luchado siempre para salir adelante con trabajo y perseverancia. He trabajado duro para adquirir mis bienes materiales, he ayudado a mi familia. Soy una madre soltera que ha podido sacar adelante a sus hijos y educarlos bien.
Los tropiezos
Nadie se imaginaria que su imagen sexy combinada con el de una princesa Disney, segura, que cautiva y que está consciente del peso mediático que conlleva, es decir, ella es la imagen misma del éxito pudiera haber enfrentado situaciones difíciles que la marcaron y cambiaron su perspectiva de vida. “Cuando no se tiene situaciones espinosas o caídas no aprendemos. Ciertamente los golpes enseñan y nos hacen ser mejores personas. Sin caídas no se aprende a luchar. Mis dos divorcios marcaron mi vida pues nadie se casa para divorciarse. Fueron situaciones difíciles y pensaba en la estabilidad emocional de mis hijos. Pero al final aprendí, deje ir esas situaciones, las libere, perdone y volví a creer en el amor. Hoy vivo enamorada de una persona maravillosa de mi tierra”.
Rashel es también empresaria tiene “La Academia de Rashel”, donde se dictan clases de flamenco y tiene su propia línea de videos de ejercicios “En plena forma con Rashel”, con rutinas de entrenamientos, consejos de belleza, de hecho, a ella le encanta mantenerse en forma y cuidar su alimentación y su piel y aunque confiesa que hasta ahora no se ha realizado ningún retoque solo un poco de botox para ver sus efectos en una sección en vivo del programa “Un Nuevo Día”, no descarto hacerse en un futuro una cirugía pues “no estoy en contra de ella si es para lucir mejor, pero créeme que no le tengo miedo a la vejez. La asumiría plenamente.”
Amante de los cambios y las innovaciones sueña con tener su propio programa de entrevistas a personalidades que tanto disfruta hacer. Fundar una compañía de bienes y raíces y una empresa de organización de fiestas. Mientras se materializan esas aspiraciones vive su vida feliz puesto que para ella “la felicidad es una elección, no es la base de una circunstancia. Es la fe y conexión con el creador. Es sentirme plena y en gozo con lo que hago y con quienes amo. Es sentirme en paz y en tranquilidad”. Rashel Díaz es un digno ejemplo para la mujer latina trabajadora, responsible, comprometida y por eso el publico la ha premiado con dos Emmy. Ella es Poder latino.
@marislatorres
Fotografias: Kike San Martin/ Miguel Ocque
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