Un viaje a Uruguay le permitirá experimentar la vida desde otro punto de vista, en los asombrosos paisajes que engalanan al Narbona Wine Lodge.
Al Narbona Wine Lodge se puede llegar también desde Argentina y su acceso es fácil bien sea por aire aterrizando en el Aeropuerto Internacional de Carmelo, por tierra desde el pueblo de Carmelo y también por vía marítima, con varias opciones entre ellas el BuqueBus o Colonia Express, o en lancha desde el puerto de Tigre en la zona norte de Buenos Aires, y llegar hasta la ciudad de Colonia donde se deberá continuar por tierra en un recorrido de 80 kilómetros.
Bien sea por tierra o por mar, el viaje es más que provechoso. Y es que este lugar cautiva a cualquiera que ame vivir una experiencia fuera de este mundo.
Las cinco habitaciones exclusivas y muy originales que ofrece el Narbona Wine Lodge brindan al visitante un refugio con estilo, lujo y confort. Su decoración antigua traslada inmediatamente a tiempos pasados, mientras pone en contacto con el campo, los viñedos y paisajes bucólicos que invitan a la paz y el descanso.
Eso sí, aquí podrá degustar de la producción local: buen vino, carnes, quesos artesanales y frutas de temporada. Y para nada se podrá sentir desconectado del mundo porque cuentan con tecnología de avanzada y hasta Wifi.
Lo curioso es que las habitaciones llevan los nombres de sus vinos. Así que desde que reserve se sumergirá en esa experiencia de adentrarse en el propio corazón de los viñedos y sentir la vida del gaucho: Pinot Noir, Viognier, Sauvignon Blanc, Tannat y Rosé.
Uruguay: vida, vinos y amor por la tierra
Refugiarse en el Narbona Wine Lodge le adentrará en la producción vinícola de una región que sobre sale por su calidad, sus asombrosos paisajes y una rica historia. Con su estilo antiguo y sensación de ser artesanal, cuenta con todo lo más moderno en cuanto a producción. El ambiente ha sido cuidado al máximo para preservar ese pasado que se refleja en cada aspecto desde sus portones, sus terrazas, las paredes de adobe, las escaleras y los adornos con fósiles de conchas de mar provenientes del mismo terreno. Todo apunta a una originalidad cuidadosamente preservada y ese es el encanto que conquista a quien visita ese rincón de Uruguay.
En su Nueva Cava el visitante conocerá las grandes reservas y observará cómo es el proceso de sus vinos. 15 hectáreas de viñedos visibles desde un patio colonial mientras planifica qué hacer durante el día o la noche, mientras se degusta de los destilados como cogñac y/o grappa miel junto a un rico habano importado.
Esas opciones incluyen una visita guiada a la Bodega; uso de la playa privada en Puerto Camacho; acceso al restaurante Basta Pedro, ideal para degustar los clásicos platillos de la gastronomía uruguaya; pasar tiempo en la piscina rodeada de viñas y jardines; pasear en bicicleta o en carrito a través de un circuito que atraviesa las 15 hectáreas de la viña.
Acompañados por una ecóloga los visitantes podrán recorrer la antigua y nueva bodega y degustar los vinos Narbona acompañados por una selección de quesos y tapas. Y si se tiene ganas de un picnic, también encontrará el lugar ideal para desplegar la manta y poner la canasta repleta con quesos artesanales, frutos, dulces y vino Narbona.
Si se quiere ahondar más, se puede convertir en enólogo por un día y hasta realizar su propio vino a partir de una serie de muestras que el enólogo brinda, llevándose su propia botella a casa. Además de cómo hacer vino, conocerá también sobre los secretos de la grappa y hasta elaborar una en el alambique.
Y para experimentar la vida del gaucho, nada mejor que subirse a un caballo. Las cabalgatas con magníficos animales están disponibles con verdaderos gauchos y guías experimentados. Como se trata de un viaje al pasado, imperdible el paseo en carro antiguo tirado por caballos.
Imposible perderse el recorrido por la ciudad de Colonia del Sacramento y deleitarse de sus paisajes, la historia y la cultura de una típica cuidad rioplatense. O hacer el recorrido aéreo en helicóptero por la zona y observar el punto cero donde se unen el Río de la Plata y el Río Uruguay, volar sobre la viña y el bosque de pinos.
Para los amantes del golf este viaje les ofrece el campo de golf número uno de Sudamérica, Carmelo Golf con cancha profesional de 18 hoyos, entre numerosos y amplios lagos, tierras húmedas y árboles nativos, todo está diseñado para crear la más perfecta e inolvidable experiencia deportiva.
América Latina cuenta con lugares únicos que podemos experimentar al menos una vez en nuestras vidas. Bien vale la pena. Hasta el próximo artículo.
Créditos: Información y fotografías de Narbona (www.narbona.com.uy/en/)
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