El país entero está preocupado y muchos están activamente protestando las órdenes ejecutadas por el presidente Donald Trump. El miedo aumenta y, en todos los partidos políticos, se nota el descontento. Tales reacciones son a la vez buenas y malas. Son buenas porque los interesados en el proceso democrático de los Estados Unidos, están pendientes de las acciones que afectan los derechos constitucionales; son malas también porque son un ataque a la cultura.
Cualquier ataque a la cultura va a afectar la economía de forma negativa. La cultura es una fuerza para el progreso y el miedo daña lo seguro que se siente el consumidor, por lo tanto, las personas tienden a invertir menos en compras de alto costo. Muchas personas están enfocadas en los esfuerzos de resistencia contra las leyes anti-inmigrantes, por lo que es bastante posible que no estén pensando en salir de compras. Nuestra economía es impulsada a través del consumo de productos y servicios, muchos de esos tradicionales consumidores son personas que visitan desde otras naciones. Menos turistas, se traduce en menos ganancias por ventas para los negocios, y a su vez, menos inversión en nuestras comunidades.
Hasta en este momento de crisis social, es evidente que la cultura es un aporte fuerte para la economía y, que la unificación del comportamiento de buena fe es un motor en la innovación social. Hoy, más que nunca, el empleo de la tecnología para comunicarse deber ser una prioridad para aquellos que deseen dejar un impacto a largo plazo para el futuro de esta nación de inmigrantes. #CulturePhilanthropy www.motoreconomico.com
¿What is Going On in The United States?
The entire nation is concerned and many are protesting immigration orders executed by President Donald Trump. Fear is on the rise and, across political parties, discontent dominates. All these things are good and bad. They are good because stakeholders in the democratic process in the United States are paying more attention to constitutional rights; they are bad because they are an attack on culture itself.
Any attack onto culture is going to harm the economy. Culture is a driving force to progress and fear hinders confidence, therefore, consumers are less likely to make big purchases. Large number of people have shifted their efforts to resist anti-immigration laws, so probably their last priority at this point in time is shopping. Our economy is driven by consumer behavior and a great number of consumers are visitors from abroad. Less tourists, mean less revenue for businesses, thus less investment in our communities.
Even in this moment of social crisis, it is clear that culture is a strong value to the economy and that unification of empathetic behavior is a powerful force in social innovation. Today, more than ever, the use of technology to communicate is should be a priority to those wanting to have a lasting impact in the future of this immigrant nation. #CulturePhilanthropy www.motoreconomico.com
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