Susana y Alma Tapia son unas gemelas idénticas que trabajan innovando en la agencia aeroespacial Nasa. Su papá es argentino y su madre es colombiana, de quienes aprendieron a persistir en sus metas y el amor por el trabajo, la educación y el aprendizaje. Ellas nacieron y se criaron en El Paso, Texas.
Alma Stephanie y Susana Tapia descubrieron su amor por las ciencias gracias a un profesor que durante sus años escolares reconoció sus talentos. Ahora trabajan como ingenieras en dos departamentos de los que dependen las misiones que van al espacio. Susana estudió Ingeniería Química en la New Mexico State University y Alma Stephanie, Ingeniería Metalúrgica y de Materiales en la Universidad de Texas en El Paso.
Susana dirige un equipo de 16 personas en el White Sands Test Facility de Nuevo México, del que dependen todas las misiones que van al espacio. Su trabajo consiste en medir cómo ciertos elementos se prenden en fuego y qué tan tóxicos son los gases que generan cuando se están incendiando. Alma Stephanie lidera el departamento de trajes espaciales, sistemas de actividad extravehicular y estructuras inflables en el Johnson Space Center en Houston, Texas. Trabaja ayudando a distintos equipos a escoger materiales que luego son usados en las misiones espaciales.
Aunque no trabajan en el mismo lugar sino a 15 horas de distancia en distintos departamentos, las gemelas colaboran entre sí con frecuencia y se apoyan. “Nuestros trabajos se complementan, porque yo estoy en el equipo de diseño y Susana está en el equipo que ayuda a asegurarse de que ese diseño tenga éxito. Yo ayudo a escoger los materiales y ella me ayuda a validar y a hacer las pruebas para verificar si se pueden usar”, puntualiza Alma.
Persistir
Ambas coinciden que en la persistencia está la clave del éxito y que el chiste está en no rendirse. “Fui muy persistente. Creo que eso es muy importante. Yo me entrevisté para la NASA cuatro, cinco veces, antes de que me dieran la oportunidad, porque es muy competitivo. Uno tiene que saber que si no lo escogen no es por falta de habilidad. Yo pensaba que la NASA era para los genios y que era un sueño inalcanzable. En vez de enfocarme en eso me concentraba en lo que podía hacer ese día, ese próximo día, esa próxima tarde y en el proyecto en el que estaba trabajando en ese momento”, señala Alma Stephanie.
Por su parte, Susana recordó lo siguiente: “cuando empecé a trabajar en la NASA casi todos los empleados de mi departamento tenían el pelo blanco y eran hombres. Alguna gente me hizo sentir muy bienvenida y me quiso ayudar. Otra gente fue más difícil, pero trabajando duro, mostrando que uno está allí para trabajar, te ganas el respeto. Ahora puedo decir que, años más tarde, tengo una relación muy buena con toda la gente con la que trabajo”, dijo Susana.
Susana y Alma Stephanie Tapia son embajadoras de Technolochicas, una iniciativa que busca involucrar en las carreras tecnológicas a jóvenes latinas, en un esfuerzo conjunto de Televisa Foundation, The National Center for Women & Information Technology (NCWIT) y Univision Contigo.
Fuente y foto de portada: Univisión
