Para nadie es un secreto que para llegar a lucir un cuerpo como lo dictaminan los estándares sociales hay muchos atajos y éstos no son saludables. Debemos reforzar que tener un cuerpo definido, esbelto o musculoso, un bajísimo porcentaje de grasa corporal, no necesariamente es señal de ser fitness.
Cada día es más común ver a actrices, actores, animadores, nutricionistas y, por supuesto, entrenadores físicos, ofrecernos el mundo del fitness como la opción ideal de vida. Revistas, televisión, vallas, páginas de internet, redes sociales, nos hacen sentir que si no somos fitness, no somos bellos, no somos saludables, no somos chéveres (como decimos en Venezuela)… En resumen, no estamos en la onda correcta. Pero, ¿es realmente así? ¿Ustedes han pensado o sentido esto? ¡Yo sí!
Primero que todo, es importante aclarar qué es ser fitness. Según la enciclopedia libre Wikipedia, “el término fitness posee dos acepciones diferentes, pero relacionadas entre sí. La primera definición que podemos dar de fitness, es aquella que hace referencia al estado generalizado de bienestar y salud física logrado no sólo a partir del desarrollo de una vida sana, sino también y principalmente, del ejercicio continuado y sostenido en el tiempo. La segunda acepción de la palabra es la que señala el tipo de actividades físicas normalmente comprendidas como “fitness” y que se realizan por lo general en espacios deportivos específicos. La palabra fitness proviene del inglés y significa “bienestar” (fit = sano, saludable).”
Acotado esto, debemos reforzar que tener un cuerpo definido, esbelto o musculoso, un bajísimo porcentaje de grasa corporal, no necesariamente es señal de ser fitness. Pues podríamos tener la mayoría de estas características, pero no estar saludables.
Lamentablemente, para nadie es un secreto que para llegar a lucir un cuerpo como lo dictaminan los estándares sociales hay muchos atajos y éstos no son saludables. Entre ellos podría resaltar la toma de píldoras o tés milagrosos, que al final generan un gran efecto rebote en el peso y hasta ponen en riesgo el estado de los intestinos y otros órganos del cuerpo humano; desórdenes alimenticios como la anorexia y la bulimia que cada vez envuelven más y más a la juventud con la falsa creencia de que delgadez es similar a belleza; inyecciones de productos que ofrecen tonificación, quema de grasa y/o aumento muscular y en realidad han comprometido hasta la vida de quien las usa; cirugía plástica en manos no calificadas con la obsesión de obtener volúmenes exorbitantes en mamas o nalgas que jamás podrían alcanzarse a través del ejercicio físico… ¡En fin! El hecho de que alguien esté delgado o tonificado o musculoso, no quiere decir que esté saludable. E, insisto, saludable es uno de los principios básicos del fitness.
El mundo Fitness
Debemos tener cuidado qué patrones seguimos y qué modas permitimos entren a nuestra rutina, especialmente cuando se trata de nuestra salud. Muchos “gurúes” del fitness han satanizado alimentos como los lácteos, los carbohidratos… Y pretenden hacernos creer que ellos sólo consumen chía, hemp, lechuga, rúgula, almendras, edulcorantes, entre otros ingredientes a quienes no todos tienen acceso (y muchísimo menos si habitas en un país como Venezuela). Pero, ¿realmente así debe ser nuestra alimentación? No soy nutricionista, pero puedo decir fehacientemente que ¡no! No es sólo lo que comamos, sino también cuánto comamos y con qué frecuencia. Sin olvidar, por supuesto, nuestras alergias o intolerancias reales. Hago el énfasis en reales, porque he conocido personas que consumen sólo alimentos sin gluten por creerlos más saludables y más beneficiosos para sus dietas de pérdida de peso, lo cual no es así. El gluten no debe ser consumido por personas celíacas, que son alérgicas a éste, o por niños con condición autista, por ejemplo. Pero si no se tiene alguna condición especial al respecto, el gluten puede ser consumido con total normalidad. Aunque los alimentos sin gluten pueden ser consumidos por cualquier persona, el énfasis lo hago por las restricciones que nos imponemos sin necesidad.
Como lo he dicho en otras oportunidades, en cuanto a la alimentación, lo mejor es asesorarse con un experto, con un licenciado en Nutrición y Dietética, con alguien que fue a la universidad y entre los conocimientos que adquirió están los que lo capacitan para diseñarnos un plan de alimentación adaptado a nuestras necesidades y que respete nuestra buena salud.
Y como esta moda del fitness va más allá de la alimentación, también hagamos a un lado la obsesión con el ejercicio físico. He escuchado con preocupación personas que salen a ejercitarse en ayunas y después se desmayan a mitad de sesión u otras que nunca se han movido y empiezan el camino con un boot camp, disciplina que requiere de mucha fuerza y resistencia.
En resumen, si ustedes no tienen planificado participar en una competencia fitness o ser instructores en alguna disciplina física, en mi humilde opinión creo que deberían relajarse más en cuanto a su alimentación y su entrenamiento físico. Sin duda alguna, los cuerpos fitness son de admirar, pues en su mayoría representan dedicación, constancia y muchísima disciplina. ¡Eso lo aplaudo de pie!
Los expertos afirman que comer balanceadamente y ejercitarnos con frecuencia, son la base para tener una vida saludable. Y yo le añadiría tomarnos la vida con optimismo y sonreír, ¡sonreír mucho! Lucir como un modelo de bikini fitness dejémoselo a las actrices, actores, animadores, modelos y/o fisioculturistas, quienes muchos de ellos viven de su imagen y, por ende, su cuerpo es parte fundamental en su carrera. Nosotros, alimentémonos sanamente, démonos nuestros gustitos de vez en cuando, movamos el cuerpo, descansemos adecuadamente y agradezcamos con sonrisas diarias la simple y gran bendición de estar vivos.
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@EspacioChic
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