Una noche de septiembre desperté a media noche con un inmenso dolor en el seno derecho, que me quemaba era indescriptible las sensaciones que aparecían. Fue una noche muy larga, anhelaba el amanecer para correr al médico y saber que me estaba gritando mi cuerpo. Al acudir al médico me diagnostican que existen dos (2) lesiones sospechosas de malignidad.
Desde ese día comenzó un camino de reflexiones, incertidumbres y temor a lo desconocido, anhelos e interrogantes, como si en mi cabeza surgiera una película con propagandas.
Al llegar ese día a mi casa, me arrodille llorando y comencé hablar con DIOS y le dije: …Con Amor acepto esta nueva tarea, esta nueva experiencia y aprenderé de ella lo que vino a enseñarme, solo te pido mi DIOS que me llenes de tu fortaleza para saber cómo continuar sin desvanecerme, llenarme de tu confianza, mantenerme firme en mi Fe y Esperanza, soy consciente y creo que actuando desde el AMOR todo es posible.
Esa noche converse con mis dos hijos, cada uno por separado y la preocupación fue la respuesta. Al día siguiente al despertar, oraba y agradecía como siempre lo hago cada día, pero este día le pedí a DIOS que me diera una señal a través de su palabra, con los ojos cerrados abrí la Biblia, y vi dos versículos que en algún momento anterior había leído y resaltado y mis ojos directamente se enfocaron en leerlos y decían así textualmente:
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jeremías 33:3)
He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. (Jeremías 33:6)
Mire el crucifijo de la pared de mi cuarto y le dije: ….¡¡¡Woooow mi señor!!! Eres lo máximo padre, como no confiar en ti, si siempre estás ahí, a mi lado, escuchándome y cuando te hablo me respondes de maneras inexplicables, y así ha sido siempre… Me llene de tanta Paz y Fortaleza, que me levante con energía y confianza para continuar, agradecida por su infinito amor, y convencida que me comprometo hacer cambios en mi vida, porque lo que hoy mi cuerpo me está diciendo es un STOP a mi actitud, pensamientos, emociones y sentimientos. Es el inicio de comenzar a mirar hacia adentro, así como dice el médico psiquiatra y psicólogo Carl Jung en una de sus frases:
…”Su visión se aclarará solamente cuando usted puede mirar en su propio corazón.
Quien mira hacia afuera, sueña; quien mira hacia adentro, despierta”…
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