Por años este gobierno totalitario utilizó el poder en contra de quienes tuvieron el valor de oponerse a la impunidad, corrupción y despotismo que caracterizó a sus funcionarios y exfuncionarios, que amparados por los diferentes poderes se enriquecieron con la ayuda de socios y familiares, saqueando el erario público.
Exfuncionarios que después de servir a la patria, viven plácidamente en Norteamérica, en donde disfrutan las mieles de su botín, paradójicamente, en el imperio del cual despotricaron, y que utilizaron para distraer a los ciudadanos de sus problemas reales y poderlos robar impunemente.
El descrédito internacional, la sublevación de antiguos compañeros de lucha y el rechazo de su gente han golpeado la moral de aliados y socios del gobierno de tal manera, que no encuentran cómo salir ilesos de este proceso.
El asalto a la Asamblea Nacional fue el suceso que terminó de hundir, a nivel nacional e internacional la imagen de un gobierno cada vez más aislado y repudiado.
Prueba de ello, fueron los intentos fallidos de desligarse y condenar los hechos, dejando en el aire un tufillo de división y batalla interna por el poder.
Dentro del gobierno existen varios grupos de delincuentes, que unieron fuerzas para crear carteles de productos legales e ilegales con los cuales han forjado cuantiosas fortunas, aprovechándose de una ideología funesta y retrógrada, para la cual, cualquier oposición era digna de ser perseguida, y las fechorías cometidas en nombre de la revolución eran bien vistas, aplaudidas y consentidas.
Estos grupos dentro del gobierno en medio de una guerra intestina, amenazan con destruir la memoria de su líder y adalid.
El presidente sumido en una espiral de errores y con el pueblo volcado en las calles, está utilizando sus últimos cartuchos para apagar la rebelión popular, pretendiendo ganar tiempo para restablecer fuerzas y apoyos.
Cuando un régimen inflexible, tiránico e injusto, toma una decisión unilateral en beneficio de un líder opositor, símbolo de la resistencia, envía una clara señal de debilidad y decadencia.
Un líder opositor que demuestra con cada paso su fortaleza mental y espiritual, y cuya primera declaración fue una invitación a continuar la lucha por la libertad, otro tiro que les sale por la culata.
Hoy, un pueblo decidido a recuperar su libertad ha conseguido una gran victoria, que demuestra que su lucha está en el camino correcto.
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