Luego de la devastación causada por el huracán María en Puerto Rico, la isla enfrenta una inminente crisis humanitaria, ya que los pueblos se quedaron sin agua potable, combustible, electricidad y servicio telefónico.
Los alcaldes de las diferentes ciudades, se reunieron con el gobernador Ricardo Rosselló, a quienes le presentaron una extensa lista de las necesidades.
José Sánchez, alcalde de Manati, dijo entre lágrimas, que la histeria y el desespero comienza a hacerse presente en su ciudad, ya que no tienen agua ni combustible. Pidió ayuda “urgente”.
El número de muertos causados por María era de siete, después de que este sábado se encontró un cadáver en un río, aunque fuentes municipales sitúan la cifra en más de 12, según la agencia de noticias EFE.
Funcionarios federales dijeron el viernes que 70.000 personas estaban siendo evacuadas, pero Javier Jiménez, alcalde de la ciudad de San Sebastián, dijo creer que el número era mucho menor.
La isla estadounidense espera con ansias la ayuda que se enviará desde Estados Unidos en forma de alimentos, suministros y personal técnico, para de esa manera mejorar la situación que ya lleva tres días sin poder ser atendida.
El Gobierno, que aún trabaja para organizarse, se esfuerza por echar a andar el país, que no se espera que recobre completamente el servicio eléctrico y de agua hasta dentro de meses, aunque se informó que durante los próximos días llegarán a la isla 11 barcos con todo tipo de suministros.
El secretario de Estado, Luis Gerardo Marín, dijo que espera que ya el próximo martes un 80 por ciento de la distribución de combustible esté operativa, lo que supondrá una gran ayuda para restablecer la normalidad.
Los daños son incalculables y el Gobierno no ha dado todavía una cifra, ni siquiera aproximada, entre otros motivos porque aún no se ha contactado con las áreas más remotas.
Aunque toda la isla fue devastada por el huracán, para algunos el más destructivo de la historia, María se ensañó con especial virulencia con las pequeñas islas municipio de Vieques y Culebra, a unos 30 kilómetros de la costa este de la principal, que quedaron destrozadas.
FUENTE: cubanosporelmundo.com
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