Los españoles han convertido el tema Resistiré (I will survive) en todo un himno para sobrellevar el confinamiento ante la restricción total impuesta por el gobierno como medida frente al Covid-19. Quizás ese tema les venga bien también a los empresarios del sector turístico que se han visto a vapores con los efectos devastadores que en pocos días ha causado el coronavirus de Wuhan.
Y es que el turismo es el motor de la economía española, que tiembla con la pandemia y ya sufre duramente las consecuencias. Según las cifras que manejan los hoteleros y las agencias de viajes, en las últimas semanas se han acelerado el número de cancelaciones y las reservas para esta Semana Santa, que ya se han esfumado por culpa del virus. Sin procesiones, ni misas, sin público, no habrá turistas. Ni internos ni extranjeros.
En el caso de las agencias de viajes, la asociación UNAV cifra en un 50% la caída de ventas desde que comenzó la crisis del coronavirus. A eso hay que añadirle las cancelaciones de todos los eventos, que suponen otra vía de importantes ingresos para el sector. Un duro golpe ya que en los últimos años sufre desaceleración por la creciente competencia de otros destinos y la inestabilidad política y económica, tanto nacional como mundial.
¿Qué escenarios se prevé en tiempos de pandemia?
El escenario menos agresivo implicaría que el Producto Interno Bruto turístico caiga un 1,2%. Este cálculo supondría que el PIB nacional se resentiría en 2020 una décima solamente por el turismo.
Los analistas financieros explican que este retroceso se debería sobre todo a los descensos que se producen en el número de turistas internacionales que llegan a España y en el gasto turístico. Esta caída de la llegada de turistas viene por el parón en los flujos turísticos generales que termina afectando a la llegada de turistas británicos, alemanes, nórdicos y franceses, los mayores visitantes.
De esta manera, se calcula que la llegada de turistas este año esté muy por debajo de los 74,28 millones de visitantes del 2019. Un descenso muy significativo, toda vez que la llegada de turistas lleva batiendo récords desde 2013. De hecho, sería la primera vez que el turismo en España disminuye desde la crisis. Esto también repercutiría en el gasto turístico, otro dato que va muy unido al anterior.
En el peor de los casos, la llegada de turistas podría desplomarse hasta el 9% y el gasto un 4%. En ese caso, el PIB turístico caería un 3,1%, restando al PIB nacional entre 3 y 4 décimas.
¿Cómo afecta esta caída al empleo?
El Centro de Formación Profesional, CEAC, informó que a corto plazo el efecto del coronavirus “sí afectará y se retrasarán las nuevas contrataciones hasta ver su impacto real y si su afectación se reduce con la llegada del buen tiempo”.
Para este año, el objetivo era llegar a las 1,3 millones de contrataciones durante el periodo de abril a septiembre, pero la epidemia ha trastocado todas las previsiones de este año.
Con el cierre total y el confinamiento, algunos hoteleros han salido a dar la cara y han donado camas a Sanidad para disponerlas en donde se necesite. El gobierno podría requerirle instalaciones para usarlas como hospitales.
La preocupación del sector es máxima. Ya en pandemia, el PIB podría caer en un rango de menos 3.0 y menos 5.0 por ciento en 2020 y mantenerse en terreno negativo en 2021.
El Covid-19 no solo ha generado una grave crisis de salud pública, quizá contagiarse no sea lo peor que nos pueda pasar. Sin economía y con una paralización mundial del transporte, y ante el miedo generalizado… las consecuencias serán más dramáticas.
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