Es nuestra responsabilidad escrudiñar las palabras que expresamos para evitar contaminar con ese fuego nuestro cuerpo y comenzar a tener una actitud humilde, ausente de soberbia.
Leía una revista sobre la actitud de las personas y entonces me surgió el tema de la “Restauración de Nuestro Carácter” y me llevó a recordar un versículo de la Biblia que dice: ”No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de su boca, eso es lo que contamina al hombre”. (Mateo 15:11)
Y es totalmente cierto. Si cada uno de nosotros revisamos hacia adentro de nosotros mismos y nos detuviéramos para darnos cuenta que nuestros pensamientos y emociones surgen a través de nuestras palabras. Nuestra responsabilidad es escrudiñar las palabras que expresamos para evitar contaminar con ese fuego nuestro cuerpo y comenzar a tener una actitud humilde, ausente de soberbia, este sería el camino hacia la Restauración del Carácter. La humildad es un valor que necesitamos reactivar en nuestros corazones y las palabras que se emitan sean desde el AMOR.
Escuchaba un día a mi nieto de 4 años decirle a su mamá: ¿Por qué me gritas?, “No me gusta que me grites”, “háblame con AMOR…”. Me encontraba del otro lado de la habitación escuchando y reflexionando esas humildes y sensibles palabras, que salieron de la boca de un niño que refleja que tan mal nosotros manejamos nuestro carácter.
Según Wilhelm Reich quien fue uno de los primeros psiquiatras y psicoanalistas, planteó que el ser humano es más que la palabra, Reich llegó a la hipótesis de que el cuerpo tiene una coraza muscular y que existen diferentes zonas de emociones o anillos en los cuales la energía se acumula y se estanca. En este sentido es uno de los primeros terapeutas en integrar al individuo en una visión holística que incluye la unidad cuerpo, mente y energía, en el tratamiento terapéutico. Observó que el cuerpo se contrae en una posición de defensa para evitar que algunos sentimientos no deseados entren en la conciencia. Cuando tales comportamientos de defensa se mantienen durante un largo período, la contracción se vuelve crónica y los músculos forman una coraza que sólo se disuelve mediante la terapia. El carácter se forma en la niñez, al término de complejo de Edipo. El acorazamiento del yo se produce como resultado de la angustia por temor al castigo, a expensas de la energía de ello y conteniendo las prohibiciones de la temprana educación.
Les comparto estas frases de Reich:
…“La verdad se esconde en los sentimientos de las personas que se sienten oprimidas y no son capaces de expresarse”…
…“Sólo hay una cosa importante: vivir una vida buena y feliz. Cumplir las órdenes de su corazón, incluso cuando se conduce por caminos que las almas tímidas evitarían. Incluso cuando la vida sea un tormento, no deje que le endurezca”…
Hoy es un buen momento para restaurar nuestro carácter, y comenzar hablar y relacionarnos desde el Amor, desde nuestro SER DE LUZ que cada uno somos.
SOMOS UNO…BENDICIONES
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