Casi dos de cada tres inquilinos estadounidenses (63%) han pensado en mudarse a un lugar más barato debido al costo de vida actual, sugiere una investigación reciente.
De hecho, un porcentaje similar de personas cree que nunca se convertirán en propietarios de vivienda por esa razón (67%).
De los 2,000 inquilinos encuestados, el 74% dice que está preocupado por el estado actual de la economía, y siete de cada 10 informaron que sus ingresos no son suficientes para llegar a fin de mes con el alquiler, las facturas y los elementos esenciales del hogar.
Esa razón podría explicar por qué la mitad de los encuestados están endeudados con sus propietarios (51%), y no ayuda que el 61% haya visto subir sus alquileres en el último año.
Con estas dificultades financieras en mente, los encuestados sugieren que, en promedio, el 31% de los ingresos de uno debe destinarse a pagos mensuales de alquiler, y el 35% debe destinarse a otros gastos / necesidades mensuales.
Sin embargo, el 69% es optimista de que su situación económica mejorará en 2023.
Según la encuesta realizada por Lemonade y OnePoll, el 57% de los encuestados agregó que la inflación ha afectado sus decisiones de alquiler.
De los inquilinos en esa categoría, el 65% ha tenido que buscar casas con el alquiler más barato, el 60% ha rebajado el tamaño de su apartamento / casa y el 57% ha tratado de negociar un precio / aumento razonable con su propietario.
En cualquier caso, la mayoría piensa que el mercado de alquiler continuará aumentando después de COVID (65%).
Cuando se les preguntó cuáles pensaban que eran las ventajas de alquilar, la mayoría de los inquilinos citaron razones como no preocuparse por los impuestos a la propiedad (69%), tener la flexibilidad de vivir en cualquier lugar (66%) y no preocuparse por las facturas de reparación (59%).
En contraste, los encuestados enumeraron las desventajas de alquilar: por ejemplo, lidiar con un mal propietario (62%), estar sujeto a aumentos de alquiler (61%) y no poder hacer cambios en su propiedad de alquiler (60%).
“Entre el costo del alquiler, la falta de inventario y la migración masiva que vimos durante la pandemia, el mercado de alquiler ha fluctuado enormemente en todo el país en los últimos años”, dijo Sean Burgess, director de reclamos de Lemonade. “Y aunque estamos empezando a ver que los precios se regulan en todo el mercado y un retorno a las tendencias móviles más tradicionales, el aumento de la inflación y el temor general a la recesión continuarán esta turbulencia por un poco más de tiempo”.
La encuesta también pidió a los encuestados que describieran su estado de alquiler, y más de la mitad dijo que firmó un nuevo contrato de arrendamiento durante la pandemia (53%).
De los que firmaron un nuevo contrato de arrendamiento durante ese período, el 73% dijo que era un “trato cariñoso” o un acuerdo no oficial entre ellos y sus propietarios.
No es de extrañar que la mayoría ahora se arrepienta de haber firmado esos acuerdos amorosos en primer lugar (84%). Muchos encuestados también se dan cuenta de que esos acuerdos no oficiales no les ofrecen protección como inquilinos (39%), es solo temporal (32%) y que no les ofrece ninguna estabilidad (19%).
Aún así, el 64% piensa que la casa actual que están alquilando vale el dinero que están pagando.
“Ahora más que nunca, muchos inquilinos están pagando más en su alquiler mensual de lo que esperaban originalmente, así que qué mejor momento que ahora para protegerse de otras cargas financieras”, agregó Burgess. “Aquí es donde el seguro para inquilinos puede desempeñar un papel importante, protegiendo no solo las cosas en su hogar sino también a sí mismos. Por ejemplo, si el apartamento de alguien se vuelve inhabitable debido a un incendio o son responsables si alguien resulta herido en su hogar, están potencialmente cubiertos a través de su póliza de seguro. Al final del día, esto podría ahorrar cientos o incluso miles de dólares en gastos inesperados”.
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Fuente: Talker
