El adulto y el niño que celebran la Navidad | La Nota Latina

El adulto y el niño que celebran la Navidad

 

A medida que creces, diciembre parece durar menos. Pero en realidad no se encoge el tiempo, sino la creatividad. Desaparece la curiosidad por lo invisible, se desvanece la capacidad de sorpresa ante el vuelo de una mariposa, se hace borrosa la mirada que capta la magia, pero no muere.

Los seres humanos aprendemos a interpretar el mundo que nos rodea en nuestros primeros años de vida. En nuestra particular interpretación de la realidad influye el entorno, la familia, el contexto socioeconómico y cultural, las experiencias vitales, nuestra forma de ser… Todos tenemos un pasado. Y aunque este ya no exista, las experiencias vividas en la infancia marcan nuestro carácter, dejando su huella en él.

Quien ha sufrido la humillación de pequeño tiene dificultades para expresarse como adulto, y es especialista en ridiculizarse a sí mismo. Se considera mucho más pequeño, menos importante y digno, valioso o capaz de lo que en realidad es. Son personas que tienden a olvidarse de sus propias necesidades para complacer a los demás y ganarse su cariño, aprobación y respeto.

La herida de la traición surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres, que no ha cumplido una promesa. Esta situación, sobre todo si es repetitiva, generará sentimientos de aislamiento y desconfianza. En ocasiones, dichas emociones pueden transformarse en rencor (cuando se siente engañado por no haber recibido lo prometido) o en envidia (cuando el niño no se siente merecedor de lo prometido y otras personas sí lo tienen).

La herida emocional genera adultos rígidos, que no son capaces de negociar ni de mantener diálogos con opiniones diversas. Les cuesta aceptar otros puntos de vista y formas de ser diferentes a las suyas. Dan mucha importancia a las creencias y a los valores, expresando sus opiniones y juicios morales como verdades absolutas y extremas. En muchas ocasiones sus intenciones suelen girar en torno a ganar poder e importancia, siendo fanáticos del orden y el perfeccionismo.

La forma de curar esta herida es trabajar la rigidez mental, cultivando la flexibilidad, la tolerancia y la confianza hacia los demás. Se previene desde la infancia trabajando en los niños el respeto por la diversidad y la tolerancia, practicando la crianza respetuosa, la empatía, la expresión de sentimientos y el intercambio de opiniones e ideas.

Hoy los adultos que encuentran aquí con esta lectura no es casualidad, hoy la vida te abre nuevamente el corazón, encontrando a esa niña o niño que una vez fue herido, robado su inocencia, arrebatado la alegría de su niñez, en muchas ocasiones por sus seres más cercanos quienes debían de estar y proteger en amor absoluto, hoy siendo un adulto te obsequio este regalo de navidad de corazón a corazón, con estas palabras sanadoras de luz:

Mateo 14,24-33

La barca, que estaba ya muy lejos de la orilla, era sacudida por las olas, porque el viento era contrario. Al final ya de la noche, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Los discípulos, al verlo caminar sobre el lago, se asustaron y decían:

—Es un fantasma.

Y se pusieron a gritar de miedo. Pero Jesús les dijo enseguida:

—¡Ánimo! Soy yo, no temáis.

Pedro le respondió:

—Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre las aguas.

Jesús le dijo:

—Ven.

Pedro saltó de la barca y, andando sobre las aguas, iba hacia Jesús. Pero, al ver la violencia del viento, se asustó y, como empezaba a hundirse, gritó:

—¡Señor, sálvame!

Jesús le tendió la mano, lo agarró y le dijo:

—¡Hombre de poca fe! ¿Por qué has dudado?

Subieron a la barca, y el viento se calmó. Y los que estaban en ella se postraron ante Jesús, diciendo:

—Verdaderamente, eres Hijo de Dios.

Te invito a vaciar las impurezas de la vida, porque siempre la vida arrojar impurezas, momentos fuertes, tormentas, pero tú las debes sacar de ti, la clave es no aferrarse a nada de esas situaciones negativas, no fuiste creador para que cargues veneno de la amargura, duda, dolor, lealtad, falta de valor por ti mismo, fuiste creado para vivir bonito a pesar de caminos con baches.

Libérate de las decepciones, perdidas, entre otros, tu futuro debe avanzar, el niño Dios no te olvido, si algo no funciono en tus trayectos de vida, abre la puerta a recibir este nuevo año, ese regalo que un ángel trae en sus manos con tu nombre, te lo cambia por las cenizas del pasado, por nuevas oportunidades, nuevas amistades.

Si te aferras a lo viejo no habrá lugar para este regalo, abre espacio y vacía ese pasado, no le des más vueltas esos pensamientos, ¿de quién te causo dolor y por qué a mí?, ya sácalo y avanza como ese niño despierto y con tu adulto de hoy eres poderoso lleno de amor y progreso,

 

FELIZ NAVIDAD Y QUE LA BELLEZA DEL NUEVO ESTÁN PARA TI. DIOS LOS BENDIGA

 

Karina Figueroa
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