Probablemente, conozca Jordania por la impresionante ciudad rupestre de Petra. Y sí, hay que reconocerlo: en un viaje por el país, un desvío a la nueva maravilla del mundo es imprescindible. Pero Jordania también tiene mucho que ofrecer en otros aspectos. Desde hoteles de burbujas en medio de áridos paisajes desérticos hasta la vibrante vida del golfo de Aqaba.
Para los amantes de las compras: la encantadora ciudad de Madaba
Madaba se encuentra a menos de una hora en coche al sur de la capital, Ammán, y es conocida por sus obras de arte en mosaico. La pequeña y encantadora ciudad atrae a los visitantes con cafés, restaurantes y tiendas, y contrasta con la bulliciosa ciudad de Ammán.
Nuestro consejo para quien busque un recuerdo muy especial es la Tienda de la Tierra, en el centro de la ciudad. Allí, Qais Maayeh vende productos de fabricación local como jabones, velas o incienso.
En Madaba se come muy bien en el restaurante Haret Jdoudna. Escondido en un patio luminoso, el restaurante sirve platos tradicionales como el delicioso hummus, el taboulé con perejil fresco, la ensalada de pan fattoush y mucho más. Algo que no debe perderse: la limonata, una bebida refrescante a base de limones y menta que se sirve en todo el país.
Para los que necesitan relajarse: una escapada al Mar Muerto
Más al oeste de Madaba se encuentra el Mar Muerto: el lugar perfecto para mimar la piel con una compresa de barro y el agua extremadamente salada. Merece la pena alojarse en un hotel como el Marriott Resort & Spa: el Mar Muerto está prácticamente a la puerta de casa.
Una vez en la orilla, el procedimiento es el siguiente: primero se entra en el agua con calzado de baño (muy recomendable por lo movido del terreno), donde se flota de espaldas, una experiencia muy especial. De vuelta a tierra, se frota generosamente con el saludable barro y se deja secar sobre la piel.
Para la lista de cosas que hacer antes de morir: la famosa ciudad rocosa de Petra
En el suroeste del país se encuentra uno de los monumentos más famosos de Jordania y, al mismo tiempo, una de las nuevas siete maravillas del mundo: la ciudad rupestre de Petra, con más de dos mil años de antigüedad y situada en Wadi Musa.
La ciudad no solo impresiona con la famosa casa del tesoro de Al Khazneh -el motivo por excelencia en Instagram y Tiktok-, sino que tiene mucho más que ofrecer en sus extensos y protegidos terrenos: paredes de piedra roja que se elevan hasta cien metros en el cielo, ornamentos tallados en la roca y gargantas ocultas dan una idea de tiempos pasados.
En cuanto a la temperatura, una visita en otoño o primavera es la más agradable. Si se quiere ver Petra con tranquilidad, merece la pena planificar varias horas para ello.
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