La diabetes de tipo 2 no se desarrolla de la noche a la mañana. La dieta proporciona los hidratos de carbono que se descomponen en el intestino en glucosa y otros azúcares simples. Para hacer llegar la glucosa a las células del organismo, el páncreas produce la hormona insulina. Si su efecto es limitado debido a la denominada resistencia a la insulina, el organismo ya no puede utilizar el azúcar. Esto provoca un nivel elevado de azúcar en sangre, una hiperglucemia.
El páncreas intenta compensarlo produciendo más hormonas. Sin embargo, llega un momento en que el órgano se agota y ya no es posible compensarlo. Se ha desarrollado diabetes tipo 2.
Además de los factores hereditarios, la obesidad y la falta de ejercicio contribuyen especialmente a la diabetes y sus consecuencias. También influye una dieta poco saludable con muy poca fibra, muchas grasas saturadas, azúcar, harinas ligeras y productos muy procesados.
Adaptar la dieta
Una dieta sana no es brujería. Unas sencillas normas pueden ayudar a prevenir la diabetes. En este caso, es fundamental seguir una dieta integral. La mayoría de los alimentos altamente procesados e industriales proporcionan una alta densidad energética con una baja densidad de nutrientes. Esto significa que el cuerpo obtiene mucha energía, pero poca fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos.
Si se quiere prevenir la diabetes de tipo 2 con la alimentación, hay que invertir esta relación: menos densidad energética en los alimentos, pero mayor densidad de nutrientes por ración. Las fibras alimentarias son especialmente importantes. Ayudan a evitar que se produzcan alteraciones en el metabolismo del azúcar y de las grasas y permiten que la insulina funcione mejor.
Esto es bastante fácil de hacer. Prefiera los productos integrales a los de harina blanca. Incluya las legumbres en su dieta más a menudo y siga la regla de “5 al día”. Esto significa que debes comer cinco raciones de fruta y verdura al día: tres raciones de verdura y dos de fruta. Una ración significa un puñado.
Cuando busque recetas, solo tiene que seguir la cocina mediterránea, y estará combatiendo la diabetes tipo 2 con su dieta.
Grasas ocultas
Están las grasas obvias, como el tocino o las carnes grasas. A menudo, algunos alimentos contienen más de lo que se piensa. Los embutidos y el queso, en particular, no siempre son inmediatamente reconocibles por la cantidad de grasa que realmente contienen. Esto también se aplica a los alimentos precocinados.
Si tienes que comer grasa animal, opta por el pescado de mar graso. Aporta mucha energía, pero también ácidos grasos saludables y proteínas que evitan los picos de azúcar en la sangre. En caso contrario, debe elegir aceites vegetales de alta calidad y productos animales bajos en grasa.
Evitar el azúcar
El azúcar es la adicción dulce de nuestro tiempo, y a veces se esconde en alimentos de los que no sospecharías; que las gaseosas con edulcorante no sean mejores que las convencionales para la diabetes tipo 2 en la dieta probablemente sorprenda a muchos.
Prevenir la diabetes con café
El café puede reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 hasta en un 25 por ciento. Lo mejor es disfrutar del café hacia la hora de comer, porque es el momento en que la bebida en grano desarrolla mejor su efecto.
Alcohol en la dieta
La situación es diferente con el alcohol. El alcohol no solo daña el hígado cuando se consume en exceso. También eleva los niveles de azúcar en sangre. Además, el alcohol es la segunda fuente de energía después de las grasas. Por lo tanto, un consumo excesivo favorece la obesidad y la diabetes.
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