Iniciamos la carrera de este nuevo año, y es como si nos dijeran: ¡Partida! Salimos desbocados, con la mente en el objetivo, sin siquiera mirar si en la corredera nos llevamos a alguien. Así que, mis gentiles lectores, este refrán “el que mucho abarca, poco aprieta” encierra una sabiduría invaluable que deseo compartir con ustedes en mi primera carta del año.
¿De qué se trata esto, Marybel? Pues bien, este antiguo proverbio originario de España, extendido y usado en todo el ámbito de habla hispana, significa que quien pretende realizar muchas cosas al mismo tiempo no será capaz de hacer bien ninguna. Entonces, en este 2024, recordemos la importancia de la focalización y la eficiencia en nuestras acciones, tanto en la vida cotidiana como en los proyectos que emprendemos.
Imaginen su vida como un jardín vasto y lleno de posibilidades. Si intentamos abarcar demasiado terreno sin cuidar adecuadamente cada planta, corremos el riesgo de no cosechar frutos abundantes.
En este viaje llamado vida, a menudo nos enfrentamos a múltiples oportunidades y desafíos que nos invitan a extender nuestras ramas en varias direcciones. Sin embargo, debemos recordar que la calidad de nuestros esfuerzos supere a la cantidad. En lugar de dispersar nuestras energías en exceso, concentrémonos en unas pocas metas significativas y cultivemos esas semillas con esmero.
La profundidad y el compromiso con nuestras elecciones nos permitirán alcanzar mayores logros y mejores resultados. Como jardineros de nuestro destino, aprendamos a seleccionar sabiamente nuestras plantas, a proporcionarles el cuidado necesario y a disfrutar de la cosecha fructífera que se desprende de una atención enfocada.
La enseñanza de este refrán puede ser valiosa para emprendedores y empresarios. Aquí hay algunas enseñanzas claves relacionadas con el mismo.
Enfoque y Priorización: Aprende a enfocarte en unas pocas metas en lugar de dispersar tu energía en múltiples direcciones. Identifica las tareas o proyectos más importantes y priorízalos para lograr resultados significativos.
Calidad sobre Cantidad: Reconoce que la calidad de la ejecución es más importante que la cantidad de tareas asumidas. Asegúrate de que cada proyecto reciba la atención y el esfuerzo necesarios para obtener buenos resultados.
Eficiencia y Efectividad: Comprende que la eficiencia y la efectividad a menudo se logran al centrarse en lo esencial. Evita la dispersión de recursos y esfuerzos en áreas que no contribuyen significativamente a los objetivos.
Entonces, en este nuevo año, te invito a abrazar lo esencial, a trabajar con determinación y permitirte crecer de manera sostenible. Selecciona bien el terreno donde plantarás tus semillas porque cada paso que tomes puede ser firme y significativo en tu camino hacia lo que realmente quieres. Recuerda que tú, y solo tú, eliges tus propias batallas.
En la Biblia, ese gran libro al que siempre hacemos referencia, nos anima a perseguir nuestras metas con determinación y a mantenernos enfocados en el premio que se encuentra en nuestro camino, recordándonos que a veces menos es más cuando se trata de nuestros esfuerzos. “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).
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