Nueve de cada 10 adultos estadounidenses tienen metabolismos poco saludables, principalmente debido a los alimentos que comen. Los expertos dicen que podría ser hora de que el gobierno regule lo que los estadounidenses se ponen en la boca.
Dariush Mozaffarian es un médico del corazón en la Universidad de Tufts en Massachusetts. Dijo que la industria alimentaria es la única área de la economía “donde tenemos la mayoría de los productos que son conscientemente peligrosos, y dejamos que el público decida qué tener.
Si hay un producto que perjudica a la gente, “nos deshacemos de él”, dijo Mozaffarian.
Para observar la salud metabólica de alguien, los médicos miden cosas como el azúcar en la sangre, el colesterol y la presión arterial. Las personas que tienen una mala salud metabólica tienen un mayor riesgo de contraer diabetes, enfermedades cardíacas y otros problemas de salud graves.
“Cuando nueve de cada 10 adultos son metabólicamente poco saludables, en gran parte debido a enfermedades relacionadas con la dieta, sabes que tenemos un sistema roto”, dijo Mozaffarian.
Una gran parte del problema es que los estadounidenses comen mucha comida chatarra. Los alimentos chatarra son alimentos procesados como dulces o papas fritas que proporcionan poco valor nutricional y son altos en grasa, sal y azúcar. Un estudio realizado por los Institutos Nacionales de Salud encontró que la comida chatarra representa 1 de cada 7 calorías en adultos y 1 de cada 5 calorías en niños.
La comida chatarra es difícil de resistir porque contiene cosas que el cuerpo quiere y necesita.
Los alimentos dulces, salados y grasos “son cosas que son muy necesarias para vivir, son fuentes de energía”, dijo Linda Bartoshuk. Es profesora de ciencias de los alimentos en la Universidad de Florida.
El problema, dijo, es que al cuerpo le cuesta saber cuándo dejar de quererlos.
“Tomamos demasiada sal, demasiada azúcar, demasiada grasa, y produce todo tipo de enfermedades”, dijo Bartoshuk.
Mozaffarian se encuentra entre los expertos en salud que piden más políticas para ayudar a los estadounidenses a comer alimentos más saludables.
Le gustaría ver que el gobierno federal mejore la nutrición en los programas de alimentos existentes, como el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) y Meals on Wheels. SNAP proporciona ayuda financiera a las familias pobres para comprar alimentos, y Meals on Wheels entrega comidas a los estadounidenses mayores.
Los médicos, por ejemplo, podrían escribir recetas de alimentos saludables que se pagan parcial o totalmente, dijo Mozaffarian. También cree que podría haber más educación nutricional para los trabajadores de la salud y los estudiantes en la escuela de medicina.
Y aunque Mozaffarian cree que la educación nutricional sería efectiva, cambiar la dieta de los estadounidenses es lo más importante, dijo.
“Vamos a tener que arreglar la comida, cierto, para que los padres y los niños que están ocupados y con ganas de disfrutar de sus vidas puedan obtener alimentos nutritivos y asequibles”, dijo.
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