Probablemente estés consciente de que una lata de refresco de 140 calorías no es exactamente un elixir saludable. Si no sabes cómo dejar este hábito de consumir gaseosas dietéticas, siga leyendo, hay razones respaldadas por la ciencia que lo convencerán de abandonar las bebidas de dieta para siempre. Incluso puede comenzar con bebidas que hacen que sea más fácil dejar la soda.
“Nadie necesita un refresco; regular o dietético. Algunos piensan que el refresco dietético es una mejor opción, porque ‘al menos no tiene calorías’, pero contiene sustancias químicas que encienden el fusible que inflama las enfermedades crónicas”, dice Naomi Whittel, consultora nutricional certificada y autora de Glow15: un plan respaldado por la ciencia para perder peso, revitalizar su piel y revitalizar su vida.
1.-Las gaseosas dietéticas son adictivas
No es de extrañar que sea difícil detenerse en una sola. Puede ser la efervescencia. Puede ser el sabor. Puede ser algo en la lista de ingredientes. “Los edulcorantes artificiales pueden causar una adicción física y para algunos mucho más que otros. La cafeína podría ser una parte de eso para algunos, pero el sabor dulce definitivamente nos hace regresar por más “, dice Whittel.
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2.-Ofrece cero beneficios para la salud
A pesar de que recorta 140 calorías por lata o 230 calorías por botella de 20 onzas, el refresco de dieta no tiene beneficios para la salud
“También pienso en lo que está reemplazando el refresco, ya sea agua, té o incluso café. Un vaso de agua o agua con gas viene sin edulcorantes artificiales, sodio, colorantes y saborizantes. Es una opción mucho más inteligente e hidratante “, dice Bonnie Taub-Dix, RD, creador de BetterThanDieting.com y autor de Read It Before You Eat It: Take You From Label to Mesa.
3.-Dulce genera dulce
Mientras que los edulcorantes artificiales aprobados para su uso en refrescos han sido considerados “generalmente reconocidos como seguros” para adultos por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos, “los refrescos dietéticos endulzados artificialmente son mucho más dulces que el azúcar normal. Cuando su cuerpo obtiene tanta azúcar a la vez, puede comenzar a desear aún más dulce, lo que lleva a consumir más y más refrescos o alimentos poco saludables “, dice Jenna A. Werner, RD, creador de Happy Slim Healthy.
4.-Puede ser dañino para su intestino
Según un estudio de ratones publicado en la revista Molecules, agregar edulcorantes artificiales a su menú podría afectar la diversidad y la cantidad de bacterias buenas en el estómago.
“Los edulcorantes artificiales pueden alterar o matar las bacterias beneficiosas en el intestino. Sabemos que necesitamos un microbioma saludable, no solo para la digestión, sino también para la salud del cerebro, el metabolismo, el control del peso, el sistema inmunitario; y la investigación muestra conexiones con casi todos los órgano y sistema en el cuerpo “, dice Whittel.
5.-Cada vaso te hace desear más carbohidratos
Cuando el sabor dulce llega sin las calorías esperadas, su cerebro y cuerpo quedan adivinando. Además, su cuerpo se acostumbra a cosas dulces a medida que consume más refrescos, por lo que en lugar de pensar que una manzana es dulce, necesitará refrigerios de fruta con sabor a manzana recubiertos de azúcar para sentirse satisfecho.
6.-Podría engañarte para que comas más calorías
Es difícil demostrar causa y efecto, pero aquí hay una estadística asombrosa sobre el colapso de las personas que beben refrescos de dieta del American Journal of Public Health: el 22 por ciento de los adultos obesos son bebedores de refrescos de dieta.
Ya sea que comas más calorías porque te das permiso (también conocido como el doble de hamburguesa con queso + papas fritas + efecto de refresco de dieta) o porque anhelas esos dulces adicionales, el déficit de calorías por omitir el azúcar real podría no hacerte tantos favores como Inicialmente piensas.
“El cuerpo interpreta esa dulzura como el azúcar que entra y los niveles de azúcar en la sangre se ven afectados debido a la liberación de insulina”, dice Whittel, que muchas veces resulta en un ataque al refrigerio.
7.-Las gaseosas dietéticas pueden desequilibrar tu metabolismo
La diferencia de peso entre los bebedores de refrescos de dieta y los abstemios puede ser más compleja que comer más. “Los químicos que se usan para endulzar los refrescos de dieta no son sustancias naturales para el cuerpo y no se les da un buen uso. Una vez dentro del cuerpo, pueden causar inflamación y ejercer presión sobre el sistema de desintoxicación del cuerpo. Como resultado, pueden aumentar el riesgo de trastornos metabólicos como el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina y la diabetes “, dice Whittel.
8.-El agua cae por el camino
El agua constituye el 60 por ciento de su masa corporal, por lo que no hay nada que ignorarla, dice Taub-Dix. “Todos los sistemas de su cuerpo dependen del agua; el vehículo que transporta nutrientes a las células y elimina las toxinas. No hay otro nutriente que sea tan esencial para la salud y, sin embargo, no contiene absolutamente calorías, proteínas, grasas, carbohidratos, sodio ni azúcar, aditivos o conservantes”.
“Los bebedores de refrescos tienden a elegir refrescos sobre el agua, lo que puede conducir a una deshidratación potencial. Si está bebiendo más refrescos que agua, es posible que su cuerpo no obtenga la hidratación que necesita”, dice Werner.
9.-El consumo puede estar correlacionado con un mal humor
¿Te encuentras buscando lata después cuando estás aburrido? O ¿cuando te sientes mal? ¿Alguna vez notaste que es difícil concentrarse después de unos sorbos? Puede haber una razón. “La investigación muestra una correlación entre los refrescos de dieta y la depresión, la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo. Por lo tanto, si está trabajando para mejorar su salud mental, puede ayudar evitar los refrescos de dieta y los edulcorantes artificiales “, dice Whittel.
10.-Su riesgo de diabetes puede aumentar significativamente
En un sorprendente giro de los acontecimientos, un estudio del American Journal of Clinical Nutrition no encontró ningún vínculo entre beber 100 por ciento de jugo de fruta y diabetes tipo 2, mientras que otra investigación ha relacionado el consumo de refrescos dietéticos con más diagnósticos de diabetes. “Un estudio reciente mostró que las mujeres que bebieron un refresco dietético de 12 onzas tenían un riesgo 33 por ciento mayor de diabetes tipo 2 y que las mujeres que bebieron un refresco de 20 onzas tenían un riesgo 66 por ciento mayor”, refiere Whittel.
11.-Los refrescos dañan los dientes
Tanto los refrescos normales como los dietéticos reducen el esmalte dental en cantidades iguales, según un informe de Operative Dentistry. La cerveza de raíz parece ser la opción de refresco más amigable, aunque el agua potable es la mejor (y la mejor para los dientes), por supuesto.
12.-Poco a poco
No necesitas quitarte las gasesos de una vez. “Cualquier disminución en los refrescos de dieta y los edulcorantes artificiales será bueno para su salud. La mayoría de las personas pueden esperar pasar por un período de abstinencia cuando te sientas peor antes de sentirte mejor. Pero la buena noticia es que te sentirás mejor una vez que se rompa la adicción. Solo asegúrate de poner algunos alimentos ricos en nutrientes en su lugar para que no te sientes privado”, comenta whittel
A medida que su cuerpo se acostumbre más a los alimentos y bebidas reales en lugar de las cosas artificiales, las posibilidades de que todavía anhele esa dulzura artificial disminuirán enormemente.
Fuente: Eat this, not that
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