Eres lo que comes, dice el dicho. Pero pocas personas sospecharían que las elecciones dietéticas se reflejan, pulgada por pulgada, en el cabello que crece en tu cabeza, incuso, refleja si prefieres hamburguesas vegetarias o con queso, según un estudio realizado por la Universidad de Utah.
Tu cabello puede arrojar luz sobre si prefiere hamburguesas vegetarianas o hamburguesas con queso, según sugiere un nuevo estudio.
Investigadores de la Universidad de Utah recogieron cabello descartado de barberos y salones de belleza en 65 ciudades de los Estados Unidos. A partir de los rastros químicos en los esquejes, los científicos descubrieron que las dietas estadounidenses están dominadas por proteínas derivadas de animales como la carne y los lácteos.
Este tipo de análisis del cabello podría ser una herramienta útil para evaluar los patrones dietéticos y los riesgos para la salud de una comunidad, dijeron los investigadores.
“La conclusión aquí es que potencialmente podemos identificar patrones regionales, nacionales y temporales de hábitos alimenticios con este enfoque”, dijo en un correo electrónico James Ehleringer, autor principal del estudio y profesor distinguido de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Utah.
Comemos mucha carne
¿Cómo se puede determinar exactamente la dieta a partir de mechones de cabello? Las variaciones en los isótopos de carbono que se encuentran en el cabello, dijo Ehleringer, reflejan las que se encuentran en diferentes productos alimenticios, ya sea consumidos directa o indirectamente a través de la alimentación animal.
El estudio, publicado en la revista PNAS, descubrió que las proteínas derivadas de animales, como la carne y los lácteos, representaban el 57% de las dietas de los EE. UU., en promedio.
Las dietas ricas en proteínas, a diferencia de las de origen vegetal, se asociaron con un mayor riesgo de problemas de salud como enfermedades del corazón, según el estudio, citando investigaciones existentes.
“Dado que las comidas rápidas están bien establecidas como una fuente importante de proteínas derivadas de animales alimentadas con maíz, no es irrazonable suponer que una parte significativa de las proteínas animales derivadas de animales alimentadas con maíz provienen de comidas que se comen fuera del hogar, “dijo el estudio.
Encuestas recientes muestran que al menos una cuarta parte de los niños y adultos en los Estados Unidos consumen a diario comidas rápidas, anotó el estudio.
El análisis también sugirió que la proporción de proteína animal que comían las personas era mayor en los códigos postales con un nivel socioeconómico más bajo, medido por el costo de vida y la información de ingresos, donde la proteína representaba hasta el 75% de las dietas.
Para Salt Lake City, donde los investigadores tenían datos particularmente detallados en 29 códigos postales, el estudio utilizó datos de licencias de conducir para calcular tendencias en el índice de masa corporal para códigos postales particulares. Los autores encontraron que las proporciones de isótopos que reflejan una mayor proporción de proteínas en la dieta se correlacionaron con las tasas de obesidad.
Incluso hubo una asociación entre el costo de un corte de cabello y los isótopos de carbono en el cabello, con cortes de cabello más baratos en áreas donde las personas tenían una mayor proporción de proteínas alimentadas con maíz en su dieta.
“No habíamos imaginado que sería posible estimar el costo promedio que un individuo había pagado por su corte de cabello conociendo los valores [de isótopos de carbono]”, escribieron los autores.
Esfuerzo científico
Los barberos y los dueños de los salones apoyaron su esfuerzo científico, dijo Ehleringer.
“Luego nos dejaban ir a la basura y sacar un puñado o dos de cabello, que luego clasificamos en grupos identificables que representan a las personas”.
Ehleringer también ha desarrollado un tipo similar de análisis de cabello para rastrear dónde ha estado una persona, como resultado de los isótopos en el agua que bebe, con las proporciones de isótopos de oxígeno e hidrógeno en el agua que varían según la geografía. Es una herramienta potencial para los investigadores de delitos que intentan identificar un cuerpo o rastrear criminales.
El nuevo estudio se basó en el cabello de 684 personas. El tamaño de la muestra, dijo Ehleringer, fue suficiente para sugerir que hay un patrón y que se justifican estudios más profundos.
Dijo que los hallazgos fueron “reforzados porque los mismos patrones observados en muchos estados de EE. UU. Se reflejan en la región metropolitana más regional de Salt Lake Valley”.
“Esta medida no está sesgada por recuerdos personales, o recuerdos erróneos, que se reflejarían en encuestas dietéticas”, dijo en un comunicado de prensa.
“Como una medida integrada a largo plazo de la dieta de un individuo, la medición se puede utilizar para comprender las opciones dietéticas entre diferentes grupos de edad y diferentes grupos socioeconómicos”.
Fuente: CNN
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